El ballet es una comedia muda en la cual las palabras son reemplazadas por los gestos y la mímica de los bailarines.
El ballet posee tres elementos que lo caracterizan como una completa obra de arte: poesía, música y danza.
El origen del ballet se remonta a la Grecia antigua y a los etruscos, hallándose también en las primeras festividades cortesanas de la Edad Media.
En 1581 se presentó en Versalles el Ballet Cómico de la Reina, escrito por Baltazarini, músico de la corte de los Médicis.
Se debe a Jean Noverre (1727-1810) la creación del baile pantomina, destinado a un mayor lucimiento de la agilidad y la plástica del cuerpo humano. El primer balleto romántico fue Giselle, con música de Adolphe Adam (1803-1856).
Más tarde, Ledo Delibes (1836-1891) cre la música de los ballets Sylvia y Coppelia, cuyo éxito se explica por el vínculo íntimo entre la coreografía y la música.
Como en el caso de la ópera, el papel de la orquesta no puede separarse del de la coreografía.